Sabías que… cualquier parte erógena de nuestra anatomía puede ser un punto «G»??, para que esto ocurra nuestro cerebro debe interpretarla como excitante y placentera. Entonces se ponen en marcha unas estimulaciones que provocan una descarga de un compuesto químico/hormonal llamado «feniletilamina», de la familia de la «oxitocina» (la hormona del amor) que desata la pasión.
Esta descarga es la responsable de la excitación y de que se produzca la «dopamina» (hormona que aumenta la neurotransmisión del cerebro volviéndolo más receptivo, provocando satisfacción y que está relacionada con el placer). Resulta que el placer gestinona la secrección de «Dopamina», que es capaz de hacernos olvidar nuestros problemas y dolores cuando estamos en «pleno momento erótico». Por ese motivo unas buenas relaciones sexuales pueden desatar la necesidad de recibir más de esta recompensa y convertir el sexo en adictivo…
Ya sabéis chicos y chicas, el «porque» cuando alguien nos «pega un buen revolcón», no se puede dejar de pensar en él o ella y queremos repetir… jajajaja XDD.